Queridos misioneros salesianos y amigos de las Misiones Salesianas
En agosto de 2012 se reúnen en el Salesianum un grupo de SDB y HMA
para las jornadas de estudio sobre la presenci a sal esi ana entre l os
musulmanes. La primera vez fue un seminario en El Cairo (Egipto) en 1988, la segunda fue en Roma en 2001. Queremos profundizar juntos el significado, las oportunidades y los des af í os que c ompor t an l as
experiencias en tantos países del mundo donde estamos en contacto
di ari o con nuestros hermanos musulmanes en la escuela, oratorio,
parroquia o en obras sociales. Tenemos también tantos salesianos provenientes de Indonesia, Pakistán o di versos paí ses af ri canos que provienen de las culturas musulmanas, e incluso algunos de familia mixta musulmana-católica. También los salesianos de Europa están llamados a conocer mejor la religión y cultura islámica para un acercamiento equilibrado y sapiente en la educación. Entre nuestros antiguos alumnos hay muchos orgullosos de ser musulmanes y salesianos gracias al sistema Preventivo de Don Bosco. El Profesor Francisco Zannini escribe en
Momdo e Missione: "Recuerdo aún las palabras de un cierto Hamdi,
egipcio, que se declaraba "musulmán y salesiano", orgulloso de haber
estado en un colegio salesiano de El Cairo donde había convivido,
además de estudiado, juntamente con otros estudiantes cristianos y
donde la fe islámica se había enriquecido por el aporte de los amigos
y maestros cristianos". (
http://www.missionline.org/index.php?
l=it&art=4597).
El diálogo religioso entre cristianos y musulmanes es uno de los signos más importantes de nuestro tiempo. Hay tantos medios disponibles para todos de conocer no sólo los 5 pilares del Islam, sino las diversas tradiciones y costumbres que ayudan a entender a los
jóvenes de esta otra religión, como por ejemplo el sitio en ocho
lenguas http://www.risposteaimusulmani.com.
Un acontecimiento que reúne a algunos salesianos es una
invitación a todos para crecer cada día en estilo salesiano de vida
que se llama 'diálogo': deshace prejuicios, profundiza en las razones
de la propia fe y nos hace caminar juntos en la caridad y en la
verdad.
Os deseo que el material que hemos compartido en la Jornadas de
estudio en Roma sirva de impulso a todos los hermanos de África,
Asia y Europa que están cada día junto a la realidad del Islam y que
¡no conocen a fondo sus dinámicas!
iba con ellos a algunas actividades de la iglesia. Un día, mi hermana expresó
su desea de ser católica. Entonces mi padre manifestó a toda la familia que nuestro
abuelo, antes de morir dijo que se decía que nuestros antepasados eran católicos y
pidió a mi padre buscar nuestros parientes católicos. Mi padre dio permiso a mi
hermana y, añadió sorprendentemente: "Quiero que toda la familia sea católica
según el deseo del abuelo.".
La Iglesia más cercana a nuestra casa estaba regida por los salesianos, y mi
hermana vino a conocer a D. Fabián Hao. Conté la historia y el deseo de mi padre a
D. Hao, que se ofreció ayudarme. Unos dos meses después, D. Hao dijo a mi padre
que investigó desde el nacimiento de mi abuelo y ha encontrado a nuestros parientes
católicos y uno incluso fue sacerdote. Dadas estas noticias, mi padre decidió que toda nuestra familia se
convirtiera al catolicismo. Toda mi familia apoyó la decisión de mi padre, menos yo. Comenzaron todos a
estudiar el catecismo sin mí. Me resistí, pero con la ayuda de D. Hao finalmente decidí estudiar el catecismo con
mi familia. Y el 22 de diciembre de 1992 D. Hao bautizó a toda mi familia.
Un mes después se descubrió que mi padre tenía cáncer. La muerte de mi padre, un mes después, me
impresionó mucho, pero más aún me impresionó la atención de D. Hao a mi padre durante su enfermedad y a
mi familia después de su muerte. Por fin pedí a mi hermana que me llevara a D. Hao. Le dije que yo no sabía lo
que era la vida consagrada, pero que quería ser como él. Al mismo tiempo que trabajaba para sostener a mi
familia hice el aspirantado. Leí las biografías de Don
Bosco, del beato Artémides Zatti y de Simón Srugi y me
convencí de que debía ser salesiano coadjutor.
Un día, mientras limpiaba una vieja estantería
del prenoviciado, vi un libro que contaba los
sufrimientos y la muerte por amor a Cristo de los
misioneros en Vietnam durante la persecución. Esto fue
la semilla de mi vocación misionera. Compartí este
deseo de ser misionero ad gentes con mi Maestro de
Novicios y mi director del posnoviciado. En el 2000 hice
la petición y fui enviado a Papua Nueva Guinea a
estudiar al Instituto Tecnológico Don Bosco para
prepararme a mi misión en Mongolia.
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