Recuerdos, 11 de noviembre de 1875
La
tarde del 11 de noviembre de 1875, en la iglesia de María Auxiliadora de
Valdocco, tenía lugar una grandiosa celebración, la de la partida de los
primeros diez misioneros salesianos
(seis sacerdotes y cuatro coadjutores)
para la Argentina. Cada uno de ellos
recibió de mano de Don Bosco un folleto en donde estaban impresos estos “Recuerdos”.
En ellos se encuentran las
preocupaciones mayores del santo: celo ardiente, sobre todo en favor de los
pequeños y de los pobres. Templanza,
desapego, prudencia, caridad y cortesía en todas las relaciones externas. Caridad fraterna, fe, oración y sacramentos[1].
1. Buscad almas,
no dinero, ni honores, ni dignidades.
2. Sed
caritativos y en extremo corteses con todos, pero huid de la conversación y
familiaridad con personas de diferente sexo o de conducta sospechosa.
3. No hagáis
visitas, sino por motivos de caridad y de necesidad.
4. No aceptéis
jamás invitaciones para comer, a no ser por gravísimas razones. En estos casos, procurad ir acompañados.
5. Preocupaos
especialmente de los enfermos, de los
niños, de los pobres y de los ancianos, y os granjearéis las bendiciones de
Dios y la benevolencia de los hombres.
6. Sed
obsequioso con todas las autoridades civiles, religiosas, municipales y
gubernativas.
7. Saludad
respetuosamente a las personas investidas de autoridad que encontréis a vuestro
paso por la calle.
8. Conducíos de
igual manera con los eclesiásticos y con los religiosos.
9. Evitad el
ocio y las disputas. Grande sobriedad en
el comer, en el beber y en el descanso.
10. Amad, temed[2],
respetad a las demás órdenes religiosas y hablad siempre bien de ellas. Este
es el medio de ganaros la estima de todos y promover el bien de la
Congregación.
11. Cuidad de la
salud. Trabajad, mas sólo lo que os
permitan vuestras fuerzas.
12. Procurad que
el mundo conozca que sois pobres en el vestir, en el comer, en las
habitaciones, y seréis ante Dios y os adueñaréis de los corazones de los
hombres.
13. Amaos los
unos a los otros, aconsejaos, corregíos recíprocamente, no seáis envidiosos, ni
os guardéis rencor; antes, el bien de
uno sea el bien de todos, las penas y
los sufrimientos de uno ténganse como penas y sufrimientos de todos, y esmérese
cada uno por alejarlas o al menos por mitigarlas.
14. Observad las
Reglas. No dejéis jamás de hacer el
ejercicio mensual de la buena muerte (Amén).
15. Cada mañana
encomendad a Dios las ocupaciones del día, y en particular las confesiones, las
clases, los catecismos y los sermones.
16. Recomendad
constantemente la devoción a María
Santísima Auxiliadora y a Jesús Sacramentado.
17. Recomendad a
los jóvenes la confesión y comunión frecuentes.
18. Para cultivar
las vocaciones eclesiásticas inculcad: a) amor a la castidad; b) horror al
vicio opuesto; c) apartamiento de los díscolos; d) comunión frecuente; e)
caridad con muestras de especial amabilidad y benevolencia (Amén)-
19. Antes de dar
juicio sobre lo que os refieran, o de fallar sobre una cuestión, oíd a las dos
partes.
20. En los
padecimientos y en las fatigas no olvidemos que nos espera gran premio en el
cielo (Amén)
(Archivo 132, Taccuini 5; cfr MB XI, 389-390)
Al jefe de la
expedición, Don Cagliero (futuro cardenal), le entregó Don Bosco, la víspera
del embarque en Génova, una serie de recomendaciones particulares, entre las
cuales estaban las siguientes:
...8.° Nadie alabe lo que sabe o lo que hace; puesta
la mano en el trabajo, cada uno haga lo que pueda sin ostentación.
...Haced lo que podáis: Dios hará lo que no podamos
hacer nosotros. Confiadlo todo a Jesús Sacramentado y a María
Auxiliadora y veréis lo que son milagros.
Yo os acompaño con mis oraciones y cada mañana os
recordaré a todos en la Santa Misa. Dios
os bendiga doquiera que vayáis; rogad por mí y por vuestra Madre la
Congregación.
Amén
Sac. JUAN BOSCO
Sampierdarena, 13 de noviembre de 1875.
(MB XI, 394-395)
[1] Tenemos de estos recuerdos una minuta autógrafa en las
últimas páginas de una agenda usada por Don Bosco entre el 1874 – 1878 (pp. 71
– 77). Sorprende hallarlos en este sitio, escritos a lápiz (pero
corregidos luego con la pluma), después
señas de bienhechores, lista de alumnos, diversos pro-memorias... Detalles
interesantes hay que resaltar: un título
A los argentinos, luego borrado; y sobre todo parece que los recuerdos
han sido escritos en tres oleadas: los recuerdos 1-14, después de los cuales
escribió Amen; luego los recuerdos 15-18 en un primer momento numerados 1-4 y
terminados con un nuevo Amén, luego borrado también; finalmente los dos
últimos. La explicación es ésta: Don
Bosco los escribió durante un viaje por tren.
Citamos este borrador (Archivo 132, cuadernos – Blocs 5, cfr MB XI 389-390 y Epist. II, 516-517).
[2] Temor reverencial: prestad reverencia. (De vereor, que
encierra la doble noción.) San Francisco de Asís en la Regla (Testamento del
Santo): “Quiero temer, amar y honrar a todos los sacerdotes como a mis
Señores” (Nota de CERIA, Don E.: Epist.
II, 516).
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