miércoles, 11 de julio de 2012

Cagliero 11 N°43 Julio 2012


   
Queridos misioneros salesianos y amigos de las Misiones salesianas Quiero aún compartir una vez más un sueño que llevo en mi corazón durante los
cuatro últimos años. Nada nuevo. Ya hace 90 años el Beato Felipe Rinaldi escribía que ¡se necesita un grupo misionero en cada casa salesiana! ¿Pero qué diferencia establece qua exista o no un grupo misionero en una obra salesiana o en una comunidad formadora salesiana?
¡La presencia de un grupo misionero es una garantía que mantiene viva la llama misionera! De la misma manera que sin medicina y hospitales no sería posible la salud, tampoco sin misioneros ad gentes -
ad vitam y sin grupos misioneros en las escuelas, parroquias, centros juveniles, sería muy difícil mantener vivo el espíritu misionero.

Los grupos misioneros rezan y hacen rezar por los misioneros y por las vocaciones misioneras,
sensibilizan a la comunidad educativo-pastoral sobre las necesidades de la misión universal o contribuyen
directamente en la acción misionera, ya sea en el lugar o, a través de un voluntariado misionero, en el extranjero.